Friday, December 19, 2008

El Matrimonio

Hace ya bastante tiempo que tengo la costumbre, al decidir reflexionar sobre un tema concreto, acudir al Diccionario para marcar las coordenadas lingüísticas del concepto que va a ser objeto de mi atención. Cuando yo era joven, las cosas estaban bastante claras, y cuando se hablaba de lo "blanco" todos entendíamos a que color nos referíamos, pero hoy se pretende añadir tantas "tonalidades" a ese color que, si no nos damos cuenta, la conversación acaba derivando a lo "negro". Esto ocurre con el concepto de matrimonio. El Diccionario de la R.A.E. es bastante conciso y concreto al definirlo como "unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos y formalidades legales". Luego ya se extiende en calificativos como: católico, civil, etc., pero lo que queda claro es que es una unión entre dos personas de distinto sexo y que precisa unas formalidades legales. Poco a poco se han ido cambiando y suprimiendo estas dos condiciones y han aparecido unas uniones que serán lo que se quiera menos un matrimonio.
Para mí, pese a que me confieso católico y considero al matrimonio como un sacramento, los ritos religiosos son algo tan íntimo que los considero como algo privado y secundario desde el punto de vista legal. Llego a admitir que se suprima su valor legal, al punto de que todas las personas que deseen contraer matrimonio deban acudir al organismo oficial correspondiente para legalizar su nuevo "estado civil" (expresión que nunca comprendí). Quede claro que, lo mismo que admito esto, exijo a las autoridades civiles que no pongan inconvenientes a los contrayentes que desean además un matrimonio religioso, con arreglo a sus creencias, como desgraciadamente ya ocurrió en España.
Hecha esta introducción, que considero indispensable, me voy a centrar en el tema que realmente me preocupa; el fracaso matrimonal, cada día más frecuente. Quien escribe esto contrajo matrimonio el 21-3-1964 (hace casi 45 años), en una ceremonia sencilla, sin ropa de boda, celebrada por un familiar sacerdote, en el domicilio de mis suegros y concretamente en el despacho. La idea de esta sencillez partió de la que hoy es mi esposa.
Decir que el matrimonio es un romántico paseo por un jardín bucólico es, aparte de una cursilería, una estupidéz. Creo que el matrimonio es una carrera de obstáculos, e diferente altura, que hay que superar. Esa carrera precisa un entrenamiento, y ese entrenamiento es el noviazgo. Aquí hay que considerar varios puntos muy importantes, que desglosaré poco a poco. El primero de ellos es que el noviazgo debe iniciarse en una cierta edad, y ésta debe de ser relativamente cercana entre ambos novios. Yo lo inicié en 1959 (tenía 22 años, cursaba el 6º año de los 7 de que constaba mi carrera, y ella era, razonablemente, más joven que yo).
El segundo punto es que el noviazgo no debe ser ni muy largo ni muy corto. El nuestro duró aproximadamente 5 años. Los noviazgos cortos conducen a un conocimiento superficial y los largos al aburrimiento. Junto a todo esto hay que desaconsejar los "noviazgos a distancia" en los que durante largo tiempo los novios permanecen geográficamente separados.
El objetivo del noviazgo es conocerse con vistas a establecer una vida en común "hasta que la muerte nos separe". Este es el gran problema. En muchas ocasiones, la pareja entiende el noviazgo como el inicio del matrimonio, al que sólo le falta la legalidad documental, y en ocasiones
se incluye el vivir bajo el mismo techo. Esto es un error porque los problemas van a surgir muy pronto. Otro inconveniente es la ceguera para reparar en las diferencias, más o menos marcadas,
que existen entre uno y otro. En muchos casos, aunque se captan esas diferencias, se piensa que "ya cambiará" el otro. En este último caso cabe preguntar ¿ por qué no cambias tú ? o ¿ esa divergencia es muy importante ?. Hay que pensar que divergencias aparentemente sencillas pueden ser muy importantes como : a mí me gusta llevar una vida de amplia relación social y a ella no, o a mí me obsesiona mi profesión y él la menosprecia. En estas situaciones sólo cabe poner el tema sobre la mesa, dialogar y observar si las posturas se acercan, porque en caso contrario, ese pequeño bache en el suelo se convertirá en un abismo.
Yo resumiría todo lo anterior diciendo que es mejor la ruptura de un noviazgo que la de un matrimonio ya que aquel es al fin y al cabo un "entrenamiento" y éste es un "partido oficial".
Tras la boda, es posible la aparición de nuevos problemas. Alguno puede tener como desencadenante a uno, o a varios, de los padres de los contrayentes. Este problema se puede agudizar con el nacimieno de los nietos. El papel de los suegros tiene que ser el del militar retirado, su "paso a la reserva". Han de estar para lo que sean requeridos, pero su protagonismo puede ser el fulminante del matrimonio.
Otro problema puede ser el trabajo de uno o ambos esposos, incluyendo las labores del hogar. Además de que no debe ocupar todo el tiempo de uno o de los dos, es necesario el interés y la comprensión del otro, lo que se plasma en preguntar, escuchar y admirar sus ocupaciones.
Mucho se escrito sobre la "fidelidad matrimonial" que va muy ligada al tema de la sexualidad sobre la que todavía se ha escrito más. Indudablemente, si bien el sexo no es lo único a considerar en el matrimonio, sí es fundamental. En cierto modo debe ser "pactado", sin imponer nada a la otra parte, la cual tampoco debe adoptar una postura negativa o defensiva. La sexualidad ideal podría ser similar al deporte del tenis, en el que cada jugador lleva la iniciativa en cada juego.
Llegamos ahora a un punto crucial, los hijos. Evidentemente son las víctimas del fracaso matrimonial de los padres pero, sin saberlo ni quererlo, puden ser sus causantes. Yo he dicho más de una vez : "los hijos no unen a los padres sino que los atan". Aquí sí pueden jugar un papel positivo los abuelos, ofreciéndose a cuidar a los nietos en ciertas ocasiones para que los padres puedan hacer un viaje juntos o simplemente ir al cine. Esto debe ser de modo equilibrado, sin abusos ni imposiciones. Es claro que la esposa que "no puede acompañar nunca al esposo porque tiene que cuidar a los niños(teniendo personas de confianza para suplirla) o porque tiene que limpiar la casa", esta abriendo la puerta para que salga.
Podríamos alargar mucho estas reflexiones y hacer alguna otra consideración : p.ej. sobre los amigos, pero alguna como ésta la trataremos en otra ocasión. Sólo nos parece oportuno hacer referencia a una frase que no por muy utilizada resulta menos errónea :"somos muy distintos pero nos complementamos muy bien". Creemos absurdo pensar que la pareja va a funcionar cuando los sentimientos religiosos, el nivel cultural, la ideología política e incluso el origen y la raza son diferentes. A veces, pese a todo, el matrimonio sale adelante; pero en la vida hay ocasiones en las que un pequeño barco alcanza la costa tras superar un temporal muy duro y constituyen excepciones.
Como resumen, creemos que el aumento de los fracasos matrimoniales no deriva tanto de la legalización del divorcio como de la poca reflexión y sentido de responsabilidad con la que se enfoca la vida de casado.
Alvaro García Perla 19 Diciembre 2008

RAFA y MACARENA

RAFA
Entre Squirtle y Pikachu,
jugando con la Playstation,
dijo Rafa: "pika, pika",
luego vino y me dió un beso.
Ay mami mira que caña,
que caña son los Pokemos,
deja que me compre otro,
que de los nuevos no tengo.
Y mami le contestó:
Si estudias Conocimiento,
Matemáticas e Inglés,
y por el Cyber vas menos,
y si recoges tus cosas
y con tu hermana eres bueno,
y no me pones la música
a quince mil decibelios,
entonces puede que yo
te deje comprar "Ponkemons".
Rafa se fue al comedor,
y había patatas con chocos,
y Rafa le dijo a Ana:
"Yo me estoy volviendo loco,
que yo no me como eso
ni aunque me comas el coco",
y Magali, por su parte,
lo agarró de las orejas
y le dijo: "te los comes,
y mañana, las lentejas,
que de pizza y macarrones,
ni una miguita te dejas".
Así es mi niño, señores,
un poco puñeterillo,
mas tiene un gran corazón,
¡yo te quiero Rafaelillo!.

MACARENA
Del color de las arenas,
y un roce suave de sal,
me sonríe Macarena
y su sonrisa está llena
de la alegría del mar.

Y todo el mar en sus ojos,
preso en su luz y color,
de colores, mil antojos,
de risas, llantos y enojos,
reflejando un corazón.

Corazón que lo da todo,
de inocencia y simpatía,
es un corazón de oro,
es mi niña mi tesoro,
regalando su alegría.

Que tú me quitas las penas
si tu sonrisa me das,
con tus manitas morenas,
y tu cara, Macarena,
de rosa, canela y sal.

MARIA TERESA GARCIA-PERLA Marzo 2002

Wednesday, December 10, 2008

INDICE y TITULOS de los Archivos

August 2006 CARTA A MI PERRITA
September 2006 SER PADRE
October 2006 EN RECUERDO DE UN AMIGO QUE NOS DEJO (repetido)
November 2006 HISTORIA DE LAS MILICIAS UNIVERSITARIAS (repetido)
January 2007 RECORDANDO MI INFANCIA (Mª Teresa García-Perla)
Febrero 2007 PALABRAS EQUIVOCAS Y NO SINONIMAS (repetido)
Junio 2007 nada
Diciembre 2008 LAICISMO (repetido)
NOTA. Para leerlo picar en la lista de fechas que aparece a su derecha a continuación de los
títulos de los textos contenidos en el blogg. Este índice se ha confeccionado para
orientar al lector ya que como se ve hay textos que están en los dos grupos

Tuesday, December 09, 2008

LAICISMO


LAICISMO
Pocas palabras del Diccionario de la Lengua Española están tan de moda hoy, como el vocablo que nos va a ocupar seguidamente. Muchos de los que la repitan ignoran su significado y lo que en la práctica representa.Para aclarar, en lo posible, lo que significa e implica este vocablo, vamos a recurrir a dos textos cuya consulta está al alcance de cualquiera: la Constitución Española de 1978 y el Diccionario de la Real Academia. Vamos a revisar ambas fuentes por este mismo orden:
1 Constitución Española: Dedica el Art. 16 a la Libertad ideológica y religiosa y textualmente refiere en tres puntos lo que sigue
1. Se garantiza la libertad ideológica y de culto de los indivuduos y de las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la iglesia católica y las demás confesiones.
De lo expresado en estos tres puntos queda claro que aunque a nadie puede obligársele a pertenecer a una determinada confesión para ocupar un cargo, tampoco el hecho de ser creyente, según cualquier religión, esto pueda ser un impedimento para ocuparlo.
No hay que observar mucho este artículo para comprobar que el ideal de Libertad lo arropa y que el hecho de que se cite a la iglesia católica se debe sólo a que la mayoría de los españoles pertenecen a ella. Esta cita no implica ningún privilegio ni niguna discriminación para una o para otra.
La Ley Orgánica 7/1980 sobre Libertad Religiosa, vino a ampliar lo referido en el Artículo citado, sin suprimir nada de lo que en él se dice. Podríamos decir que se trata de un documento que marca de modo concreto las obligaciones que el Estado contrae ante todos los ciudadanos, sea cual sea su religión. En este sentido se compromete a prestar la correspondiente asistencia religiosa en el ejército, hospitales, centros penitenciarios etc. Del mismo modo se compromete a dar enseñanza religiosa según los credos.
Tras esta somera revisión queda muy claro que nuestra legislación no se puede calificar como no religiosa y mucho menos como antirreligiosa. Otra cosa muy distinta es aceptar o no, que no es exclusivamente católica. A modo de ejemplo poemos observar como el ejército de los Estados Unidos cuenta con capellanes de diferentes confesiones cristianas, rabinos, imanes, etc. Este ejemplo refleja la verdadera Libertad. Lo que no es admisible es que en España, se hagan desaparecer lentamente los capellans militares o los de los hospitales.
2 Diccionario de la Real Academia: Aquí precisamos detenernos en diferentes palabras que no son sinónimos. Comenzaré por la palabra laico. Se define como "que no tiene órdenes clericales", lo que equivale a decir que no es sacerdote, fraile o monja. En este sentido todos los cristianos que no tenemos esas órdenes somos laicos aunque seamos profundamente creyentes y practicantes. Le da también la acepción de lego, si bien esta palabra se usa también para aplicarse a personas con escasos conocimientos sobre una ciencia o profesión como por ejemplo "lego en Botánica". Finalmente, usándola como adjetivo, la reserva para calificar a la escuela como "escuela laica" cuando prescinde de la instrucción religiosa.
Llegamos ahora al nudo gordiano de la cuestión, la palabra laicismo cuya significación es "doctrina que defiende la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, de toda influencia eclesiástica o religiosa". De este vocablo consideramos como derivados "laicista" (partidario del laicismo) y "laicizar" (actuar para implantar el laicismo). Evidentemente el laicismo es una doctrina opuesta a la Libertad puesto que propugna una "independencia" que se impone (si quiero ser católico tengo derecho a estar influido por esa creencia".
Antes de hacer un análisis de estas actitudes, nos vamos a detener en otras palabras que se relacionan con ellas. La primera de ellas es aconfesionalidad (que no pertenece o está adscrito a ninguna confesión religiosa), se trata de un calificativo perfectamente asumible por cualquier entidad que no sea específicamente religiosa, como ocurre con un Club Deportivo, una Empresa o un Estado. Finalmente, se asocia muy equivocadamente todo esto con el agnosticismo (doctrina filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano toda noción de lo absoluto, y reduce la ciencia al conocimiento de lo fenoménico y relativo); sin duda, la mayoría de los que hablan de un estado agnóstico no saben lo qe dicen.
Comentarios personales: Muchos son los comentarios que se me ocurren acerca de un tema que podríamos haber titulado "Estado y Religión". Los puntos de enfoque son muchos pero podemos decir que la respuesta es única y la dió Cristo en muy pocas palabras "Dad al Cesar lo ques es del Cesar y a Dios lo que es de Dios".
Personalmente soy partidario de la Libertad Religiosa, pero como en tantas circunstancias hay una limitación que es clara; el Estado debe respetar a todas las confesiones siempre que cualquiera de ellas respete a las demás. Cualquier religión que ataque a otra debe ser legalmente prohibida.
Otro aspecto que necesita un análisis cuidadoso es la ayuda económica a las diferentes religiones. En principio puede decirse que son los fieles lo que deben mantener a sus respectivas estructuras religiosas. Sin embargo, hay que profundizar algo más, ya que si esto parece claro en lo que se refiere al culto, no lo es así en cuanto a la labor asistencial que desarrollan algunas iglesias, como es el caso de la católica. En muchos casos las iglesias complementan la labor social del Estado con instrumentos de caridad para paliar aspectos que, por el motivo que sea, no llegan a cubrir los organismos estatales. En estos casos el Estado debe colaborar aunque sea de modo parcial.
Un punto muy criticado por los enemigos de la Religión es el que hace referencia a la conservación y restauración del patrimonio histórico-artístico ligado a las iglesias y especialmente a la católica. Es lo que aquellos definen como "la riqueza de la iglesia". Resulta infantil e ignorante esta idea. La iglesia católica, a lo largo de los siglos, ha reunido una serie de edificios y objetos diversos, que si bien le pertenecen, constituyen el acervo cultural de una Nación sin cuya existencia no se la comprende. Este bien cultural, que la Iglesia va transmitiendo con el paso de los tiempos, es imprecindible conservarlo, y el sentido común impone que exista una colaboración entre ambos entes para su restauración cuando se precise. Sólo a una persona de ínfimo nivel cultural se le puede ocurrir que el Estado restaure un templo gótico, se apropie de él y lo convierta en una oficina.
Para terminar, nos queda el tema tan manido de si la Religión tiene derecho a manifestar su opinión sobre las decisiones políticas que afectan a conductas morales. No hay duda sobre la respuesta afirmativa. Cuando se vive en el seno de una Nación que se programa Libre, todos los ciudadanos tienen derecho a opinar. Si tenemos en cuenta que una confesión religiosa es un conjunto de ciudadanos a los que unen unas determinadas creencias y normas morales, nadie puede negarles el deecho a opinar y si se les niega es porque esa Nación no es Libre.
ALVARO GARCIA PERLA Diciembre 2.008
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